Yo también soy persona, y si me pinchas, sangro.

sábado, 9 de abril de 2011


Muchas veces confundimos la amistad con el amor. Ambos sentimientos se entrelazan tan de cerca que es muy difícil diferenciarlos, más aun cuando esa amistad se da entre un hombre y una mujer. La teoría general del romance dice que: si un hombre y una mujer son amigos es porque a uno de los dos le gusta el otro. Es posible; sin embargo, esto no dice nada malo en contra de la amistad y mucho menos del amor. El amor es sólo una forma mas elevada de amistad, y una forma mas violenta también. Toda la admiración, toda el cariño, todos lo buenos sentimientos que tenemos por la otra persona se elevan, se exaltan, y nace el amor. Y está bien que así sea, no hay nada de malo en eso, es casi natural que nos veamos atraídos por nuestra amiga o amigo en algún momento de nuestra amistad. Esa persona con la que hemos compartidos tanto tiempo, que nos ha ayudado en las etapas difíciles, que nos a escuchado pacientemente ¿Cómo no habría de gustarnos? ¿Cómo, llegado el caso, podríamos evitar la tentación de pensar en besarla? Los momentos críticos unen, mezclan los sentimientos como en un lavarropa y es muy difícil distinguir el amor de la amistad.

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