Yo también soy persona, y si me pinchas, sangro.

lunes, 10 de enero de 2011

Correr, bailar, cantar, andar descalzo, dormir hasta tarde, llorar, discutir, llegar lejos y no querer volver, sentirnos volar, abrazar, besar, tocar y volver a abrazar, hablar por los codos, imaginar futuros a años luz de distancia.


Permitirnos equivocaciones, apostar por lo incierto, desafiarse a uno mismo...
A fin de cuentas, el amor siempre ha sido un salto al vacío. Nadie nos da las garantías ni nos lee los derechos, aunque muchas veces sintamos que nos rige un contrato invisible...

No hay comentarios:

Publicar un comentario